Se fue (Capitulo 1)

Lloraba. De pronto, escuché el sonido de la puerta al abrirse. Al entrar y verme, se lanzó sobre mí. Lloraba más fuerte; recuerdo su abrazo y luego nada más. Me desperté en mi cama tapada hasta el cuello. Tenía la vista nublada y no podía reconocer la mancha negra sentada a mi lado. Cuando finalmente logré ver con claridad, me dí cuenta que esa mancha era Cristian. Salté de la cama haciendo que se exalte.

- ¿Qué haces acá?
- Llegue y tu portero me abrió. Quería darte una sorpresa. Cuando te encontré, estabas en un rincón llorando.
- Entonces no fue un sueño.
- No, pero ¿Qué pasó?
- Se fue.
- ¿Quién?
- Dante. Se fue
- ¡¿CÓMO?!
- Nada, se fue. Le dije que se fuera, lo eche. Tomalo como quieras.
- ¿Qué hizo?
- Nada, estar en mi casa, el día de mi cumpleaños, con una mina.
- ¿ENSERIO? Poquito desubicado.
- ¿Y por qué te crees que le dije que se fuera? No es la primera vez que pasa algo así.
- Está bien. ¿Podes sacar esa cara?
- No me jodas. Acabo de echar a mi mejor amigo.
- Perdón.

Se acercó y me abrazó. No podría creer lo que había hecho, por fin me había liberado, de aquello con lo que cargué tantos años. Bah, no sabía si era un alivio o un peso por lo mal que me sentí. Volví a llorar, me tranquilizó, y me dormí en sus brazos nuevamente.