jueves, 27 de diciembre de 2012

Somos, no somos


[ Estamos otra vez, suspendidos en el tiempo, esperando a nada, porque tenemos todo lo que necesitamos. Hablamos pero no exactamente de eso, entre líneas hablamos de nosotros.  Tu mano corre mi pelo de delante de mis ojos para hipnotizarnos más de lo que ya estamos. Perdidos, o perdida, no lo sé, en tu mirada. Seguimos así, palabra tras palabra, cada vez más suave, entre risas y gestos, pero mucho es amenaza y nunca pasa nada.  Siempre pensando en los demás pero en nosotros, pero en los demás, nunca tenemos nombre.
Me detengo, porque por dentro, pienso que tal vez no tenemos nombre porque no somos unión.  Somos vos, yo, nada de ‘y’. Para mí, sos la pieza fallada de mi rompecabezas; sos mío, de la misma caja, pero no termina de encajar.  Hay cosas que nos hacen ser, pero hay cosas que me hacen decir que no, que te quiero donde estás o inclusive más lejos. Somos y no somos el uno para el otro, pero al mismo tiempo quiero quedarme siempre acá, porque soy feliz. Soy feliz, pero no es perfecto, ese es el problema, no es exactamente lo que espero para mí. Es algo hermoso, pero no me llena, ni me da seguridad. Cuando termino de hilar todo ese pensamiento, ya es tarde, porque ahora empiezo realmente a cuestionarme qué es lo que siento,  que es lo que quiero, y si que haría si lo tengo. Me alejo, porque no quiero confundirme, pero con todo lo sucedido ya es suficiente para llenar mi mente minutos, horas, días y semanas.  Ahora sí pasa el tiempo, y sin embargo no termino de entenderme, ni me decido a dejarte ir.  ]

lunes, 26 de noviembre de 2012

Irrebatible

Claramente yo no estaba entendiendo que si Ella no me daba lo que quería, era porque no tenía que pasar nada. Tanto le pedí, le insistí que dijo, 'Toma, si crees que no tienes suficiente, yo te voy a conceder tu deseo'. Ella concedió mi pedido; claro, no le gustaba verme triste, entonces buscó exhaustivamente hasta encontrar ese objeto tan preciado. Así, un día, en la mitad de la nada mientras yo estaba hundida en mis pensamientos, se presentó con eso que tanto añoré; eso que ya desde la lejanía se veía brillar reluciente. Pero como siempre dicen, nadie ni nada es perfecto, así que tanta suerte me resultaba desconcertante. Sin embargo, y discordando con mis actitudes recurrentes, decidí tomar el riesgo, sin recordar que dentro de mis actitudes recurrentes también se encuentra mi torpeza. Me acerqué, sin emitir ni el más mínimo sonido, tomé aquel objeto envuelto en luz, le sonreí a Ella en forma de agradecimiento, me dí media vuelta y comencé a caminar, pero no sabía muy donde, y en ese no saber, tropecé con una piedra sin medir lo que llevaba en mis manos, que cayó al piso y se rompió en pedacitos pequeñitos que rápidamente dejaron de brillar.
Quedé allí, tirada en esa posición en el piso, con la boca abierta y el brazo hacia los trocitos, sin poder ni siquiera llorar o moverme. Ella se acercó lentamente a mí, se puso en cuclillas, me dió unas palmaditas en la espalda y con su suave voz aleccionadora me dijo "Esto no hubiera pasado si esta luz te encontraba a tí. ¿Acaso nunca pensaste que las cosas más lindas que tienes, no las buscaste?. Además, no porque brille es perfecto". No hizo falta que dijera mucho más, porque entendía lo que me quería decir, y era imposible rebatir su argumento. Me tomó del brazo para levantarme. Yo, todavía sorprendida, la seguía a donde me llevara. Me puse de pie, me besó en la frente, me abrazó, así pequeña como me sentía, y con una mano en mi hombro caminamos juntas, está vez sin ningún destino.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Amor en gotas

- Se pronostican lluvias durante la noche, y para el miércoles lluvias por la maña...
Apretó el botón.
- Un terremoto de 6.1 en la escala de Ritcher azotó el sur de Japón, se cree que...
Volvió a cambiar de canal. Sus ojos se pusieron como platos al reconocerse en la pantalla.
- Según ciertas fuentes el famoso guitarrista Francis Joan, estaría muy pegado a la muy conocida cantante Debra Charlene. Yo que su novio, Alex Hataway, voy dejando...
Apagó la tele, tomó una almohada y hundió su cara en la superficie mullida, gritando.
No aguantaba más la situación. La relacionaban con él, y nisiquiera le había confesado su amor, o le había dado un beso. Todas fábulas solo por un abrazo en la vía pública. Si, ella lo quería muchísimo. Se conocían desde pequeños, habían sido amigos, pasó el tiempo y años después se encontraron en Canadá.
Ella se rindió ante sus ojos una tarde, jugando en el jardín con tan solo 9 años. Él parecía no registrarla, pero enrealidad algo ya sentía; algo que tal vez 12 años después podría entender.
Llamaron a la puerta de su departamento. Dudó. No quería ver a nadie, pero tal vez era él. No, no tenía que mentirse. Volvieron a golpear, al tiempo que se escuchaba el estruendo de un rayo. Decidió abrir, pero ya no había nadie. Salió al pasillo y llegó a ver como se cerraba el ascensor tras él. Sí, podía reconocerlo de cualquier forma. Creyó que era tarde cuando logró bajar corriendo por las escaleras. Salió a la calle, todavía en pijama, y con sus pantuflas de conejo. Miró a todos lados. ‎¿Dónde estaba?. Lo vio.
- ¡Francis!.
- Debra... ¿qué haces aquí?
- ¿Qué haces tú aquí?
- Eeeeh... vine a hablarte.
- Si, pero dime...
- Es algo raro... no importa.
Se dio vuelta para irse pero ella lo tomó de la muñeca
- Si que importa. Me importa.
- Deb, ¿Recuerdas cuando éramos niños, y tú me seguías por el parque?
- Claro que sí.
- ¿Y cuándo tu tío te regaló su vieja cámara y me gritabas porque no queria sacarme una foto, y al final del día te ponías triste y yo me burlaba de ti y me iba con Angie?
- Si, me hacías llorar.
- Bueno, siempre me acuerdo de eso cuando te veo con Alex.
Se quedó estupefacta, sin entender del todo. Otro estruendo. ¿Realmente estaba diciendo lo que ella creía?.
- No vine a disculparme por los paparazzi, vine a que su historia sea real. O mejor, a que nuestra historia sea real.
- ¿Esperaste doce años para darte cuenta que me querías?
- No, Deb... siempre lo tuve pero ahora sé lo que siento. Antes corría; el hecho de enamorarme de alguien me espantaba. Pero me di cuenta que podría ser hermoso, y más contigo.
- Fran, no...
La cabeza le estallaba. Estaba enojada, casi indignada pero triste. El viento le volaba el cabello, y los truenos seguían.
- Fran, no entiendo... ¿Por qué ahora? ¿Por qué? Justo cuando me olvidé de ti, te vengo a encontrar en Canadá. Justo cuando encuentro a alguien que me quiere, vienes a decirme que me amas. No sé que esperas de mí.
- Nada, solo quiero que tengas claro esto.
- Necesito pensar.
Empezó a lloviznar.
- ¿Qué necesitas pensar? ¿Me amas?
Estaba a punto de llorar.
- No lo sé, Fran. No lo sé.
-... perdona, Deb, no quería alterar tu vida. Perdón.
Él empezó a caminar pero los pies de ella no respondian. ¿Tanto tenía que pensar? ¿Qué tenía Alex para que ella abandonara a Francis?. En su mente aparecieron todos sus recuerdos con Francis, y se dio cuenta que el llenaba un espacio en su corazón. Se imaginó sin él, y le costaba respirar. Y ahí entendió. La lluvia caía fuertemente como una cortina, provocando un ruido que sofocaba su voz, así que grito.
- No imagino mi vida sin ti, Francis.
El giró hacia ella.
- No podría, no sería lo mismo, eres una parte de mí. No necesito pensar más.
Corrió, corrieron hasta que se unieron en un beso, en uno bajo la lluvia.

ND


La luz que entra por la ventana baña perfectamente su hermoso rostro dormido. Aunque ahora esté apagado, puedo recordar cada gesto que hace saltar mis emociones y genera esa explosión en mí. Con los dedos me permito recorrer cada centímetro de esa cara. Sus ojos, que son como dos caramelos color miel cuando despiertan. Sus pestañas enredadas en las que me gustaría descansar. Su nariz ancha pero perfecta, de tronco curvo como el tobogán por donde caigo cuando lo veo. Sus mejillas tan mullidas que se ponen rojas cuando quiere decir algo importante. Y sus labios; sus labios carnosos y precisos, capaces de curvarse en la más hermosa sonrisa y al mismo tiempo de irradiar tanto amor. Esos labios que si algún día no saben más a nada, van a condenarme a la amargura. Ojalá pudiese detener el tiempo, congelar este momento y hacerlo eterno junto con lo que siento, que es tan tonto que no sabe explicarse bien, y así guardarte, amor, para siempre en esos recuerdos que me llenan por completo y me hacen quien soy. Aunque más feliz me hace verte despertar y que sin una palabra, solo con esa mirada profunda, yo entienda que vos y yo somos uno. 

If I hear you.

Is sweet how you say it, and look at me while you breathe slowly and I hold your hand. I try to not get hopes but I can't if I'm looking into your eyes. It's when you say 'I want to be forever with you', and I believe every little word that you speak. That's when I should push away your angel voice from me.

Qué daría por escucharte.

(Y que acaricies mi pelo hasta caer en un profundo sueño donde también estés. Que me cantes canciones en esa lengua desconocida, hasta que entienda que es amor. Al despertar encontrar tus pestañas, bañadas por la dulce luz de la mañana, frente a frente con mis ojos, y perderme en un espacio sin tiempo, donde nadie pueda interrumpirme mientras siento tu hermosa cara con mis dedos,  esperando a que se despierte tu sonrisa. Esa sonrisa que me da más vida de la que ya tengo con solo tenerte).






Cansada


 (Guarda, guarda, y arma la mochila. Carga y carga llevándola en la espalda. De repente, cuando ya todo duele, revolea el cargamento y arremete con lo que viene; no escucha, no para, pero siente.)

Invierno sin luz


Me confundo. Me pierdo en el pasillo oscuro de este abandonado camino, y no encuentro la salida. Y aunque intente revestir sus paredes de colores, llenarlo de flores, cada noche todo se vuelve triste como un implacable invierno que ahoga y me hunde en esta gris profundidad –

Perdida por tu ignorancia



No me canso de perderme, no me canso de buscarte. Aunque no sepa encontrarte, me conformo con sentirte un poco cerca. Si llego a mirarte y caer, ¿cómo descubrir la salida? Tarde me lo pregunté, ya no sé cómo volver.

~

Y cada vez me siento más triste, porque te fuiste sin avisarme. Me quedo preguntándome qué hice para que ni siquiera disimularas tus ganas de ignorarme. Ahora te veo desde lejos, tan hermoso, pero tan fuera de alcance. Qué mal que te vayas sin decirme adiós.

Todo en suspensión


El tiempo no está, las suaves capas se rozan. Parece suspendido en el aire como una burbuja, pero frágil como una pluma, que planea, y planea... hasta que choca con la dura pared de la realidad, como todo lo que en nuestra imaginación vuela.