martes, 8 de noviembre de 2011

216 horas.

 Porque te ví y creí que iba a odiarte. Te volví a ver y no pude parar lo que vino después.
Ahogarme en música para no ahogarme en amor, es básicamente lo mismo, porque hasta en la música puedo imaginarte. Estás en lo que más me gusta, pero tengo que pensar en imposible, como siempre.
Si algún día llego a conocer tu perfume, a reconocer tu voz, a saber que estás sin verte, a escuchar tus melodías...
Te ví, y empecé a odiarte; me dijiste una palabra y desencadenaste algo que no puedo parar.

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